Balances hídrícos de bosques de Nothofagus de Tierra del Fuego, Argentina

Resumen

El estudio estuvo dirigido a evaluar la magnitud de la precipitación gruesa (Pg) y neta (Pn), intercepción del dosel arbóreo (I), flujo caulinar (St), trascolación (T), evapotranspiración edáfica (Eve) y total (Evt), escurrimiento superficial (E), percolación (Pe) y rendimiento de agua (Ra) en bosques maduros de Nothofagus antarctica (nv ñire), N. pumitto(m lenga) y N. betuloides (nv guindo) de la Isla Grande de Tierra del Fuego. Pg aumenta desde el centro insular (con dominio de bosques bajos caducifolios de ñire) hacia la cordillera fueguina (con bosque alto de lenga, guindo o mixto). En términos absolutos I aumenta en esa misma dirección, asociado a un incremento de Pg bajo un régimen de baja intensidad y alta frecuencia de precipitaciones, a un aumento del Indice de Area Foliar (IAF), de la Presencia de Area Foliar (PAF) y de la biomasa. El viento aumenta I y la evaporación desde las copas en la costa del mar. T y Pn son casi iguales debido al insignificante St; éste último se explica por el régimen de precipitaciones y por una arquitectura arbórea con ramas plagiotrópicas y hojas horizontales. Pn es máxima en el bosque de lenga debido a una mayor Pg y una intercepción similar al otro bosque deciduo. Eve es máxima en el bosque de lenga expuesto al N. El de guindo (suelos oligoisotérmicos que no se congelan, alto IAF y PAF, expuesto al S) presenta una Eve mayor respecto del ñirantal (con suelo congelado durante el invierno, bajo IAF y menor PAF). La Etot resulta máxima en el guindal debido a la fuerte contribución de I. El agua de E es baja pero máxima en el lengal- con pendientes similares al guindal pero con mayor Pn, y menor masa de detritos finos que éste último-; el ñirantal con una menor pendiente, mayor biomasa herbácea y menores precipitaciones presenta el menor E. Pe es mayor en los bosques caducifolios y máxima en el lengal (más lluvioso y con suelos con texturas más gruesas). Como consecuencia del mayor Ra en los lengales, cabe esperar de ellos un mayor aporte a la descarga de los ríos.
Se concluye que los bosques basales estudiados se encuentran en zonas sin déficit de agua, al menos para el año y periodicidad de observaciones efectuado. Las distintas magnitudes de los flujos están asociados al régimen de las precipitaciones (densidad de lluvias, precipitación gruesa), a condiciones topográficas (terreno ondulado y zona cordillerana, exposición y pendiente), de localización (centro o sur de la isla) y clima (oceánico moderado o extremo) que influyen en las fuerzas conductoras del balance hídrico (radiación, temperatura, déficit de saturación, viento) y en los suelos. También se relacionan con la duración de las fenofases foliares y el Indice de área foliar, la arquitectura de las plantas, la biomasa y estructura forestal; éstos influyen en las características del clima endógeno forestal de relevancia para el balance hldrico. Las prácticas silviculturales deberían tener en cuenta las principales características de la hidrología de los bosques para obtener mejores resultados forestales y ambientales.